lunes, 29 de agosto de 2016

A Jorge Máximo PANIAGUA

“No triunfa quien no tuvo momentos difíciles. Triunfa el que pasó por ellos,
luchó y venció porque confió en Dios para triunfar”
Bajo esta premisa, tus compañeros de la Subsecretaría de Defensa al Consumidor y Usuario, enterados de tu repentina partida de este espacio terrenal, tratamos de expresar ante tu familia que hacíamos votos porque disponga de un resignado consuelo, girando alrededor de tu querida madre que te ama profundamente, y sostiene como valor innegociable la “unidad de todos sus hijos”, como preciado y único objetivo a alcanzar y proyectar una ejemplar familia.
Nos conocíamos desde la Dirección de Comercio y, en el 2013, cuando la crisis del GAS golpeaba fuerte en Formosa, en el momento de hacerme cargo de la Subsecretaría de Defensa al Consumidor y Usuario, vos y el “Negro” Ambrosio fueron los primeros en acercarse para mostrar esa fibra laburante vital y necesaria para capear el temporal.
Fueron momentos muy duros, compartimos tiempos de zozobra pero…, el Señor los puso a ustedes cerca mío y…, se conformó un “gran equipo de trabajo” y, aunque ya no estés físicamente te estoy muy agradecido ya que vos, y toda esa GENTE con mayúsculas, sumaron propuestas, experiencias, sugerencias y…, desinteresada compañía: una actitud difícil de encontrar.
Hoy no estás… y es momento de rescatar algunos buenos recuerdos, esos emparentados a la “alegría del dar”, esa satisfacción del deber cumplido cuando tras recorrer miles de kilómetros de nuestra querida provincia. Desde muy temprano y también bien entrada la noche, fuiste el hilo conductor que permitió que el gas sostenga comedores comunitarios, escuelas, salas y…, hogares que esperaban ansiosos la llegada de ese equipo que, alternativamente, lideraste con Ambrosio.
Tolstoi afirmó “El secreto de la felicidad no es hacer siempre lo que se quiere, sino querer siempre lo que se hace" y Saavedra Fajardo completa que “La felicidad nace, como la rosa, de las espinas y trabajos”: creo que ambos pensamientos fueron hechos a tu medida.
Te vamos a extrañar mucho…, en especial porque tu voluntad, esfuerzos…, tu trabajo de todos los días sirvió a un objetivo muy valioso: aportar felicidad a los hogares formoseños.
Apelando a la Madre Teresa de Calcuta, es bueno repetir: “Lo que importa no es cuanto hacemos, sino cuanto amor, cuanta honestidad, cuanta fé ponemos en lo que hacemos” y, convencido de ello, no puedo menos que decirte muchas gracias por todo Jorge Máximo PANIAGUA y… que:



¡Dios nuestro Señor te prodigue su Santa Paz!!!...

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